martes, 10 de junio de 2008

Viajera independiente por unos dias

Viajar sola es una experiencia muy enriquecedora, te pone a prueba a ti misma en muchos sentidos y resulta muy satisfactorio. Pero también, en mi opinión, tiene sus desventajas. Y es que quien tiene un buen compañero de viaje, tiene un tesoro. Las primeras horas que recuerdo en Tokio fueron una mezcla entre continua sorpresa e intensa alerta. No conocía la ciudad, la mayor parte de la gente no entendía ni inglés, yo ni papa ni de su idioma ni su alfabeto y, como no tenía a nadie con quien compartir incentidumbres, repetía continuamente algunas comprobaciones para garantizar que a pesar de la somnolencia del yet lag, cogía el metro correcto y no me pasaba de estación, je, je... Sin embargo, las probabilidades de conocer gente se multiplican de forma directamente proporcional a la cantidad de gente con la que viajas. Una de las mejores experiencias de aquellos días, fue la espontaneidad con la que surgió una noche de cervezas con unos chicos alemanes del albergue de Nueva York que terminó viendo amanecer en el ferry de Staten Island. Me confieso una persona que disfruta muchísimo hablando y que gusta de ¡¡una dosis de abrazos y charleta cotidianos!!. Y aunque ya dice el refrán "mejor solo que mal acompañado", el único día de mi viaje que sólo me comunique para pedir la comida, se me hizo duro ¡¡acabé hablando sola conmigo misma y en inglés!!. La toma de decisiones, contra todo pronóstico, aunque más rápida, se vuelve más aburrida ya que aunque en general estás de acuerdo contigo misma ¡¡sólo tú aportas puntos de vista!!. Concluyendo, no es que haya que hablar siempre, ni ser siameses para todo, pero cuando viajas sola, aunque tengas una actitud muy abierta, a veces la suerte hace que no se te presente la oportunidad de disfrutar de nadie interesante, sin embargo, viajando acompañado, si hay confianza y se está bien avenido, ¡¡puedes elegir!!. Para mi quince días de viajera intrépida fueron suficientes: ¡¡Jorge, a mis brazos!!.

Con Jaime en Chicago

Esta entrada está dedicada a un amigo estupendo que me acogió en su casa cuando Jorge se tuvo que volver a Madrid. Este año Jaime, por razones laborales, está viviendo lejos de Gema, en una casa con vistas al lago Michigan, en la ciudad estadounidense del jazz, de los rascacielos y los gansters de las peliculas. Ponerse al día de las novedades es siempre una tarea apasionante: cómo va la vida, los ánimos, la forma de afrontar la relación de pareja con la distancia, los amigos comunes y cotilleos varios. ¡¡Te hace sentir en casa a pesar de los miles de kilómetros y los dos meses de ausencias!!. Poder disfrutar de pequeños placeres cotidianos como pegarse un madrugón para desayunar juntos por el simple placer de disfrutar de la compañía del otro, cocinarse un brócoli, ilusionarse con la idea de que llegue la hora de volver del trabajo para hacer un plan, conocer la vida y las amistades que se ha fabricado la otra persona, dejarse envolver cada noche con míticos conciertos de jazz o blues... Gracias por todo Jaime, por tu entusiasmo, por tus mimos, por tu confianza. ¡¡Fue un gustazo!!. Espero que se os pasen rápido estos meses y, que esta experiencia por separado pueda ser más positiva que negativa en la balanza del tiempo que la dureza de la distancia. Mil abrazos "dosificables" para ambos, para cuando más se necesiten.

Ciudad sin sueño II

Pero en Nueva York tambien tuve la impresion de que se confirmaban algunas de las ideas más negativas que tenía. Las formas de garantizar su seguridad trás el dramático accidente del 11S como traslucen sus gastos en armamento, su política exterior preventiva de guerra y amenazas, los carteles en espacios públicos animando a denunciar ante cualquier sospecha, exceso de revisiones y preguntas repetitivas en el aeropuerto, en ocasiones, de manera poco delicada. Gran cantidad de gente sin techo en la calle pidiendo change, da una idea de la existencia de una cantidad no desdeñable de personas sin recursos en la mayor superpotencia mundial. Poca gente con motivación para aprender otro idioma dada la ubicuidad y superioridad atribuida al inglés. Quizás un exceso de reglas inútiles en algunas zonas públicas como la de correr sólo en un sentido en Central Park o la prohibición de sentarse en las escaleras de la Gran Estación Central (que la gente se pasaba por el forro, je, je)...Sin embargo, esto se compensa con otro tipo de percepciones mucho más positivas. Haciendo recuento de la gente que hemos conocido en estos meses en nuestro viaje, la mayoría son norteamericanos con ganas ir más allá de su ombligismo. Jóvenes que se ponen a hablar contigo en la barra de un bar sobre el daño que está haciendo Bush a su país y la diferencia entre las ideas más abiertas y progresistas de las grandes ciudades y el resto de los EEUU. Muestras de humor anti-institucional como las chapas con la fecha en que serán las próximas elecciones del país con el logo"Last day of Bush" o Hillary Clinton caracterizada como un cascanueces que los estadounidenses no quieren sufrir. Lo mejorcito que recuerdo son las compañías. La visita de nuestros amigos y mi Diego. El haber podido disfrutar de la casa de Ken, el tío de Bego, para alojarnos y de su compañía, intensa aunque breve. Espero que las fotos puedan reflejar lo mágico que era ver desde las ventanas el skyline de esta ciudad, disfrutar de los rincones tan bohemios de esta casa de artista, llena de obras de arte y curiosos objetos... Concluyendo, Nueva York parace una ciudad sin sueño, donde conviven muchas cosas apasionantes y otras negativas, pero que no te deja indiferente...Si hasta tienen en el Museo de los Claustros un Cristo palentino!! Si hubiera visto mi padre la internacionalidad que cobra esta provincia española tan injustamente olvidada, je, je!! Se os quiere!!

Ciudad sin sueño I

No tenía especial ilusión por conocer Nueva York. Me apetecía dedicar estos meses a vagar por otros lugares de nombres impronunciables, conocer minorías étnicas, adentrarnos en regiones de lenguas desconocidas...lo sé, suena un poco friki!! Todo esto se entremezclaba con prejuicios sobre lo más negativo de la sociedad y política norteamericana. Pero ahora he de confesarme seducida por esta ciudad, no por su espectacular belleza, sino por su atractivo... como el de esos amantes que no te llaman la atención en un primer golpe de vista, que incluso transmiten, si sólo reparamos en ciertos detalles aislados, tímida indiferencia...pero que con el tiempo te van seduciendo, descubriendo sus secretos, convirtiéndose en personas inolvidables... Nueva York es una amalgama de avenidas enormes, de altísimos edificios que te hacen olvidar las nubes y el cielo. Una colección de calles y rincones muy presentes en nuestra memoria cinematográfica. Existe una sorprendente mezcla cultural y racial, cuyas poblaciones, en general, se hayan segregadas por barrios como por ejemplo en Chinatown, el Bronx o Little Italy. En los comercios, en los servicios de limpieza, en las taquillas del metro, predominan los inmigrantes, sobre todo latinos. En la actualidad, los hispanos son el segundo grupo no anglosajón más numeroso y esto se percibe en los carteles que animan a comprar con la frase "aqui se habla español", o cuando vas a comprar un billete de metro con tu inglés vallecano y te contestan en castellano: "son 5 dolares, por favor". También llaman la atención el look atrevido y variopinto de sus habitantes, en el que predomina el negro y la heterogeneidad ante la mirada desprejuiciada de los transeúntes. Ciudad de oportunidades, de gente joven, siempre en movimiento pero también urbe de indiferencia, como nos expresaba un senegalés que conocimos vendiendo fotos en la calle. Sin embargo, hay otras cosas muy interesantes, como la defensa pública de los derechos del colectivo homosexual como las estatuas tamaño natural de una pareja de gays y lesbinas de la Plaza Sheridan. Da la sensación de que esta ciudad nunca duerme: personas comiendo a todas horas, ofertas culturales y performances inagotables, el metro que no cierra (¡¡a ver si se entera la Espe de una vez!!), ni siquiera el ferry gratuito que cruza a Staten Island y que te permite fotografiar a cualquier hora las vistas del Financial District y la estatua de la Libertad. Para los más comilones concentra casi todas las variedades culinarias del mundo (en unas semanas comimos en un indio, chino, vietnamita, dinner norteamericano, turco, ruso, italiano, malasio!!!). Para los más intelectuales los museos, inabarcables, agotadores pero fuente de continua admiración y en ocasiones crítica con tintes feministas, ecologistas, hacia la sociedad de consumo...Y para los forofos de la música, conciertos desde gospel en alguna de las misas de Haarlem (esa experiencia fue muy reseñable, imaginadnos a los cinco ateos, acudiendo a la misa del domingo de una comunidad protestante que nos acogió como a sus hijos pródigos: nos aplaudieron, rezaron por nosotros y hasta nos hicieron una traducción simultánea de la celebración al castellano!! Muy emocinante!!), jazz en locales como el Smoke, rock underground en East Village o soul en el Myriam´s. Pero vinieramos de donde vinieramos y tuvieramos la edad que tuvieramos, todos parecíamos confluir en algún momento del día en los plateados vagones del metro y en Times Square.

viernes, 30 de mayo de 2008

Madrid, viaje de ida y vuelta

Volver a veces es duro. Sobre todo si la razón es obligada. Haberse metido, además, de lleno en una rutina, la vuestra que no es la mía, da vértigo y pereza al mismo tiempo.

Por eso y por todo lo demás, gracias, simplemente gracias. A todos los que con vuestras llamadas, mensajes y pensamientos (aunque no se hayan expresado viva voz) me habeis rodeado a mi y a los míos. Todo está bien ahora y poco a poco vamos andando por el buen camino. Yo me vuelvo al mío hasta que se me acabe. Disfrutad mucho mientras tanto.

Besos mu grandes

Jorge

domingo, 11 de mayo de 2008

Optimismo por bandera

Aqui estoy, solita en Saigón, como dice Jorge ¡¡estas cosas sólo me pasan a mi!!. Y es que pensé que había dejado de tener mala pata con los aeropuertos. Pero me equivoqué. Desde que tengo mochila nueva, mi maleta asoma vencedora por la cinta transportadora en cada uno de los vuelos, disfruto de ropa limpia y cepillo de dientes a mi llegada, no tengo que reclamar idemnizaciones ni pasearme por el H&M de la ciudad a la que voy a hacer turismo porque se dejan mi maleta en Madrid ¡¡sin descubrirlo hasta mi vuelta!!, tampoco había vuelto a sufrir overbooking, sólo amenaza el día que comenzamos nuestra vuelta al mundo.

Esta mañana Jorge y yo cambiamos nuestros últimos dongs (la moneda vietnamita) y se fue haciendo mayor la ilusión de reencontrar a nuestros amigos en Bangkok...Estabamos a punto de hacer el check in cuando de repente me di cuenta de que ¡¡se habían separado las tapas de mi pasaporte del resto de las hojas!! Muy amablemente me han explicado que podrían dejarme volar (hacerse los locos, me ha insinuado el policía jefe de fronteras) pero que como en Tailandia no me iban a dejar entrar, obligándome a volver a Vietnam, no podían autorizarme a salir del país...Y como hoy es domingo, imposible contactar con la embajada...Por suerte no pierdo el dinero de mi vuelo...Al principio ha sido un poco de acojone, mis papeles no valían, por un momento me he sentido ilegal, en tierra de nadie...

Así que he decidido sacarle la lengua a la adversidad y confiar en mi suerte: ¡¡con optimismo por bandera!!. Mañana será otro día.

sábado, 10 de mayo de 2008

Entre tópicos y películas

Grande, enorme, rica, poderosa, cosmopolita, fría, bulliciosa, cinematográfica, rápida, humeante, alta, brillante, interminable, cultural...quizás todas o ninguna de estas cosas. Definir Nueva York es pararse en cada uno de sus tópicos y desmenuzarlos poco a poco, y ver que detrás de ellos hay muchos otros, conocidos y no tanto.

Todo el mundo lo dice: es como estar en una película...”sisi, yaya” (decía yo)...Pero es que no sabeis: ES REALMENTE COMO ESTAR EN UNA PELÍCULA!!! Por allí ves las alcantarillas humeantes desde la que saldrá un todavía negro Michael Jackson con ojos de serpiente, allá esas escaleras de emergencia de “Primos Lejanos”, Woody Allen se puede asomar en cualquier momento tras una esquina del Soho, entras en un garito del East Village y huele a Rock de los 70’s, 80’s, 90’s y los 00’s, los negros son muy negros, los gordos muy gordos, la comida a lo bestia, los policias con rosquillas...Lo que no te llega tanto desde la pantalla es el olor en cada esquina a todas las partes del mundo (lo mismo Turquía, Italia o el lejano oriente), ni el sonido vibrante de una pandereta acompañada de contrabajo, guitarra y trompeta interpretando buenas notas de Jazz, ni el incesante metro que lleva a los más noctámbulos al tiempo que a los más madrugadores por esa ciudad que efectivamente, nunca duerme...

Tras el primer impacto de realidad y minimalismo (hasta una papelera tiene su interés porque “sale en las películas”!) y gracias a unas inmejorables vistas de un piso prestado entre Harlem y Manhathan (gracias Bego & Fam!), nos empeñamos en patearnos cada centímetro y descubrir las otras caras, paseando por el famoso Central Park y sus corredores de primeras horas, con sus museos que te llevan desde los dinosaurios de película de tres de la tarde hasta Picasso y sus “Señoritas”, pasando por el vanguardismo mas inexplicable del Whitney. Con sus misas de domingo con negros, hispanos y algún aparente blanco despistado llegando al éxtasis mientras cantan a sones del “Dios Todopoderoso”. Todo, desde arriba y desde abajo, con el vértigo de decir: “estoy aquí, estoy en Nueva York”.

Y cuando uno se va después de dos semanas, nota que no se va de otra ciudad más, porque seguro que a ésta se vuelve.

jueves, 24 de abril de 2008

Buscando caminos: La Chapada Diamantina

El esfuerzo autoimpuesto que significa un treeking (la “caminata” de antaño) tiene efectos sobre uno mismo que a veces son difíciles de entender, “¿para qué tanto sufrimiento?”, piensas subido a esas cuestas. Esto es absurdo para el que no le gustan e innecesario de explicar para el que las haya disfrutado. Ahí va, sin embargo y con la ayuda de algunos amigos, algo que le puede dar sentido...

“Esta mañana no profeso ninguna religión específica. Mi dios es el dios de los caminantes.Si caminas mucho, es probable que no necesites otro dios". Bruce Chatwin "En la patagonia”, tomado de mi amigo Juanlu y de mi Irmi.

Y es que andando se crean muchas emociones, algunas similares a entrar en una iglesia luminosa y tranquila. Paz, sosiego y no sabes porqué, pero a veces, incluso, sonries sin querer. Miras a un horizonte de limpio azul y notas como las ideas frescas entran. Así, en cada pasito y a lo largo de nuestras andaduras, buscamos esos momentos. En Brasil, rodeados de montañas, volvieron a aparecer.Los caminos dan inmejorables momentos de charla. Momentos en los que se comparten recuerdos, anhelos, preguntas que se van respondiendo con la cadencia del paso, lentamente en las subidas, a saltos y trompicones en las bajadas. Momentos para, sintiéndote libre porque nadie más escucha, hablar contigo mismo y alabarte o afearte el oído. Surgen así nuevas amistades como Carlihnos, nuestro guía, y Tania, nuestra aventurera australiana que con 2 vueltas al mundo a sus escasos 24 años, dan tanta admiración como envidia. Claro que no todo es bueno, pero las charlas ayudan a rebajar los baches del camino. Limitan el aburrimiento en las interminables llanuras y alisan las cuestas con las palabras de aliento. Pero sobre todo se fabrican discursos y pensamientos en torno a cada recodo y tras cada peñasco, y como diría Guti se descubre “que desde lo más alto se puede ver lo nuevo, lo que nadie puede ver. No os quedéis sin subir montañas, sin viajar en aparatos que os eleven, porque desde arriba todo es diferente”.Lo intentamos en la Chapada Diamantina, subiendo a cascadas, durmiendo en cuevas y comiendo directamente desde el fuego de una hoguera. Y, sin duda, lo conseguimos.

Salvador en sueños

Soñar con ciudades nunca visitadas y de nombres sugerentes es un juego en el que uno participa de vez en cuando. Creo que Salvador de Bahía es un peso fuerte en la lista. Famoso por su carnaval, al igual que Río, pero más calurosa, más arriba, más negra, más ruidosa (o no?), más tribal, más africana (la antigua esclavitud obliga), más animista...Y donde se pueden encontrar calles adoquinadas que acompañan con el tam-tam de un ruidoso martes-noche en Pelourigno (aquí se cambian hasta los días festivos) a una masa ingente, cuan manifestación por una música sin barrera ni prejucios (ni quejas vecinales, aparentemente), que te arroya, te enguye, te atrapa y te seduce a seguirles a golpe de caderazo, va y viene. En esa catarsis de locales y ajenos, donde la piel no importa, ni tan siquiera si das el buen paso en los trepidantes ritmos, se pueden dejar pasar elementos que permiten recordar la realidad que se vive, sin duda, más dura...niños (meninos) hechos hombres recogiendo lo que otros despercian, ajenos a toda comparsa, sorteando cada pie, vestido o descalzo, con asombrosa habilidad. Niños que ejercen de rateros que, compinchados con otros niños y no tan niños, seducen al encandilado turista despistado que, a su vez, mira los ojos de impresionantes niñas, hechas prontamente mujeres, que conversan con canosos personajes. Un ir y venir continuo, de todo tipo de individuos de diverso pelaje que, desde el crepúsculo hasta que el cuerpo grite basta, van calle arriba calle abajo, como si de un pase de Cibeles se tratara, dejando una estampa tan caótica como rimbombante. Esta fue nuestra postal de recibimiento. Martes noche en el barrio de Pelorigno.

El resto por supuesto interesa, las casas, una vez más, coloniales, el aire a ciudad lisboeta venida a menos con azulejos en las fachadas, sus ascensores y sus tranvias en empinadas calles que muestran relucientes y llamativas vistas, sus museos contemporáneos envueltos en aires europeos, sus favelas (aquí también) que rodean ricos edificios acristalados y vuelven a mostrarnos los contrastes, sus playas de arena, largas, interminables...

Así, todo se funde, personas y paisajes, y dar forma real a esos sueños que algunas veces esperamos...y a veces llegan.

Besos pa tos

Fútbol: cultura o deporte?

El fútbol, ese gran fenómeno de masas que remueve los instintos de todas las clase (los malos y los buenos, por suerte) es algo que tanto Irmina como yo solemos ver desde lejos, pero la unión de palabras como “Brasil”, “Maracaná” o “Flamingo”, a cualquiera le hacen, al menos, querer vivir los porqués de tanto grito frente al televisor.

La experiencia no defraudó. Elegido el equipo y su hinchada (la que más sufría-disfrutaba, por supuesto), sólo había que agitar brazos, puños y gargantas al son de tonadillas incomprensibles pero muy rumbosas, y entre pase a la banda y saque de córner, nos ibamos contagiando de la pasión, cercana a veces a la histeria, con la que los brasileños viven esto. Parecía como si toda la grada cogiera el balón y como el famoso jugador número 12, empujaran a los otros 11 a correr más y más rápido. Y llegaron los goles...

El resultado final, en el último minuto de la segunda parte de la prorroga, 3-2. Por suerte estabamos con los que marcaron los tres...

Después de la simbiosis vista entre el personal y su deporte "rey", quizás Brasil no es el mejor lugar para resolver la eterna disputa... Alguna opinión entre el respetable?

Besos y abrazos a tos.

Pd: esto va pa mis queridos “futboleros”, que estuvieron en mi mente todo el tiempo (cuánto hubierais disfrutao!) y a los que, pese a las jornadas interminables a las que me someteis, quiero una jartá. Un abrazo chavales!!!

jueves, 17 de abril de 2008

Ala Río!

Algunos ya lo sabreis...pero para otros (sobre todo la familia) siempre preferís no saberlo... Nuestro viaje nacía con espiritu aventurero y “retarnos” de vez en cuando pertenece a ese espíritu. Así que nos planteamos que mirar desde arriba Rio de Janeiro tenía que ser una sensación increible...Y nos adentramos a ello!!

Sensación de libertad, de riesgo, de sobrecogimiento, con impresionantes vistas del mar, las montañas, las nubes...Es algo que no se explica facilmente con palabras, y esta vez, tampoco con imágenes...A nuestra llegada una sorpresa resuelta entre buenas risas (como ya ocurrió en otros lugares más "indios", ¿alguien se acuerda?...) ahí estábamos, intentando explicárnos en nuestro portognol...

Pd: Familia...todo bien, todo seguro!

domingo, 13 de abril de 2008

Casi todo tiene sus ventajas...

¿Ser despistados o tener concentración selectiva?,

¿Derroche o sólo se vive una vez?,

¿Viva la locura versus lazy days?

¿No tener ninguna certeza o darse el beneficio de la duda?

Hoy celebramos la mitad del viaje. Este es un pequeño homenaje a nuestro espíritu viajero, a mi gran compañero. Porque se está haciendo realidad nuestro sueño y, a pesar de que nadie ni nada es perfecto ¡aun no hemos perdido nada!, ja, ja, ¿os lo podéis creer?. Gracias Jorge, se te quiere.

lunes, 3 de marzo de 2008

Oh linda!!

Brasil tiene un pasado colonial muy importante que ha dejado una huella histórica, cultural, mestiza y también arquitectónica. Olinda, pequeña localidad declarada patrimonio de la humanidad, forma parte del término municipal de Recife.

El título de esta entrada parece solamente uno de mis “chistes”, pero fue la frase que exclamó el donante de la tierra donde se planeaba esta ciudad: ¡Oh linda localización!, la que le dió nombre.

Mis padres siempre me dicen que pare de viajar y ahorre para una casa, que dentro de poco no me va a quedar nada por conocer. Pero cuanto más viajo, más me doy cuenta de que no tiene fin. Sobre todo cuando al terminar un viaje, comienzo a planear el siguiente. Olinda rescata de mi memoria fragmentos de la Habana Vieja, Trinidad de Cuba, Antigua de Guatemala, Granada de Nicaragua, Coimbra de Portugal...Iglesias barrocas, casas de estilo colonial, aceras empedradas como para torcerle el tobillo a cualquiera, cabinas de teléfono tipo sombrilla de alegres colores, pintadas de batucadas carnavaleras, cientos de campanarios asomados a la Bahía de Recife, tienditas perdidas adornadas con azulejos portugueses y amplios patios de grandes palmerales... Y no son sólo estos recuerdos los que me producen este enganche. También es el placer de moverse de un lado al otro sólo con una mochila y una guía, las conversaciones con viajeros de otros países, unas palabras cruzadas con un nativo en la cola de la compra o en la barra de un bar, descubrir nuevas gastronomías y extraños mercados, conocer de cerca otras realidades sociales, culturales y políticas, vivir al día, compartir cuarto de literas como con mi hermana cuando eramos pequeñas, disfrutar de un bocata de atún o de una ensalada en una palangana...aunque después de todo, ¿qué sería de los viajes sin la gente con la que viajas? Mucho más importantes que el destino. Gracias a todos mis compañeros de viaje, a los que se iniciaron conmigo y con los que sigo soñando parajes.

jueves, 28 de febrero de 2008

Lazy Days

Brasil es mítica por sus playas y no decepcionó. La Canoa Quebrada se encuentra al norteste, muy cerca de Fortaleza, para que os ubiquéis, justo en la zona donde su costa comienza a horizontalizarse. Esta pequeña población hizo que nuestra mente se sintiera un poquito entre el Caribe y Tarifa (y es que ¡¡qué bonito es Cádiz!!). Nos alojabamos en una cabaña donde se mecía una hamaca desde la que sentir la brisa marina. Su arteria principal era la calle Broadway, llena de bares y restaurantes, tenderetes novo-hipies (desde cuando en éstos se venden bragitas de diseño a precio europeo ¡¡Vanesa, tía, te habrían encantado!!) y puestos de comida y bebida muy baratos. Para los brasileños es caro consumir en los locales y bares habituales, razón por la que en toda zona de ambiente que se precie surgen puestos donde te ofrecen desde un aperitivo hasta copas. El resto de sus callejas eran muy tranquilas, sin peligros, donde no hacía falta estar alerta. El problema de la violencia es muy importante en Brasil, no sólo para los turistas. Las grandes diferencias socioeconómicas que persisten son el factor principal y el caldo de cultivo perfecto. Muchas imágenes duras de meninhos da rua y casas favelistas, por ejemplo, te hablan de esta realidad. Sin embargo, los habitantes de la Canoa te explican orgullosos que su pequeño núcleo urbano parece escaparse de ésta. Probablemente los ingresos del turismo han ayudado al desarrollo de su gente.
Por otro lado, están sus playas, sus inmensas dunas sin fin extendiéndose no sólo hacia el litoral sino hacia en interior. Unos metros más allá de la arena se alzaba la quebrada color ladrillo que da nombre a esta localidad. Pescadores y sus barquitas salpicando sus aguas, gente practicando flysurf o parapente, terrazas donde deleitar el paladar con pescado fresco, beber cachaza, o dejarse llevar por el reggae o simplemente por los días...Lazy time, lazy attitude: ¡¡viva la vida!!.

viernes, 22 de febrero de 2008

Xxio de Ssaneiro

La lengua portuguesa es una de las primeras cosas que nos sedujo de Brasil. ¡¡Jorge hasta se compró un diccionario!!. Y de aquella manera nos lanzabamos los dos "a falar", como sólo lo hace uno cuando un idioma se parece tanto al propio (aunque eso provoca que a veces digas cada burrada...). Desaparecen las rimbombantes y castizas erre, jota, zeta o ché abriéndose paso la exis más sensual, la resbaladiza ese líquida y, a una calidez difícil de describir si no es escuchando a Marisa Montes, María Betania o Vanesa da Mata (nuevo descubrimiento muy recomendabla para los que os guste la música brasileña) . Río de Janeiro, al igual que Brasil, es una ciudad alegre que sugiere continuos contrastes. Gran diversidad racial con una mayoría mestiza, muchas diferencias socioeconómicas concentrándose la riqueza y la representatividad politica en la raza blanca, lujosos edificios con piscina frente a alguna las favelas más grandes del país, la sexualidad de sus comportamientos y la provocación en las vestimentas conviven con imponentes símbolos religiosos como la estatua del Cristo Redentor dominándo la ciudad o la catedral con sus 60 metros de vidrieras de colores (que hasta a nosotros nos invitó a la meditación transcendental...), su contagiosa simpatía y la peligrosidad de algunos de sus barrios, edificios de estilo colonial y enormes rascacielos...todo forma parte de la misma moneda. A mi me emocionó pasear por las playas urbanas que dan nombre a tantas canciones famosas como Ipanema o Copacabana, me resultó muy atractiva la ambivalencia de sus caras y me ayudó a iniciarme, al ritmo de la samba y la caipiriña, en este gran país. PD: gracias Pilá por los saludos para la "miembra" del viaje que se ha quedado sola en EEUU. Un poquito de desintoxicación siempre viene bien, ja, ja, que sino de estar todo el día juntos nos vamos a aburrir o ¡¡algo peor!! A ver si sale bien lo de tu madre Jorge, ¡¡qué te echo de menos!! Vuelve prontooo...

jueves, 21 de febrero de 2008

sábado, 16 de febrero de 2008

Buenos Aires, volviendo al principio

Pisar territorio conocido después de tantas andanzas patagónicas es, sin duda, como la sensación más parecida a dejarse caer en el propio hogar. Con aplomo y con comodidad, hacia el sofa más mullido y acogedor de toda la sala, donde las siestas son sueños seguros y reconfortantes. Esto es Buenos Aires. Una buena manera de resumir y retozar en los recuerdos de lo vivido hasta el momento, dejarse de nuevo sorprender por alguna delicatessen porteña y, sobre todo, un momento para el reencuentro con los nuevos conocidos y los todavía desconocidos.

Y es que es muy especial vivir un país con los que lo sufren y, a veces, lo disfrutan (paradigma del porteño) y te permitan recorrer con ellos su historia y sus valores, su música y sus noches, y, por supuesto, sus manjares. Porque Argentina es famosa por su carne (por cierto, se debe saber que tan barata porque el estado se encarga de ello, a golpe de talonario) y Buenos Aires por su incombustible jarana que hace envidiar lo que fueron nuestros despertares entre kalimotxo y Dos de Mayo.

De la mano de Analia, Fernanda, Fernanda y la prima de Analía (no hay error, doble calidad de lujo), conocimos más y mejor el comentado “carácter” de estos porteños (los habitantes de esta gran urbe), que difícilmente te deja indiferente: ingenio disfrazado de socarronería y a veces, si ellos me lo permiten, de exageración (ya lo dice el chiste: enOoorme!), con un sentido crítico envidiable, que les ayuda a recuperar y reclamar su historia y a los que se la llevaron por delante, y, al mismo tiempo, omnipresente (¿TODO puede estar TAN mal?), con un incorformismo que obliga lo mismo a mirar hacia delante, como los grandes pequeños emprendedores que son, como a mirar hacía atrás, buscando el rastro corrupto e infinito de su clase política. Piezas montadas sobre un soporte de tradiciones propias, de todas los rincones del resto de Argentina, e importadas desde nuestras queridas Galicia, Cádiz, Cerdeña, Sicilia...y otros muchos puntos del globo, que ayudan a entender tanta diferencia entre superficial homogeneidad.

Ocho días pues para recobrar fuerzas entre Caminito, Puerto Madero, Fantasmas de Goya (con mi Rubén entre bambalinas), Tigre, Ateneo y Konex, ya parte de nuestros recuerdos. Y el camino sigue...esbozando una sonrisa...

Besos sentíos

domingo, 10 de febrero de 2008

El fin del mundo...o casi

Trás 12 horas de autobus por la árida y agreste Patagonia nuestras “sentaderas” temieron que nuestro trayecto no hubiera merecido la pena. Cuando de repente surgió, ante nuestra agradecida mirada y nuestro suplicante trasero, la luminosa bahía del Canal de Beagle, las escarpadas montañas del Parque Nacional Tierra de Fuego y Ushuaia. Esta ciudad en cada esquina te recuerda que podrías estar en el lugar más austral del mundo. Y es que un ingrediente fundamental que hace que las cosas o las personas nos resulten sugerentes, es su seguridad. Ushuaia conoce sus atractivos y les saca partido. Quizás sí sea la ciudad más meridional o puede que una de las más bellas, sin embargo, los mapas no apoyan su afirmación. Al menos en América del Sur, existen otras poblaciones más allá, en territorio chileno (lo siento Analia, je, je, no es que quiera ahondar en el conflicto territorial sobre los límites de la Patagonia argentino-chilena...).
Los sueños de cruzar el Canal de Beagle y alcanzar la Antártida empezaban a parecer menos irreales, hasta que vimos los precios y concluimos que todavía nos quedaban muchas otras cosas por descubrir.
El cordero patagónico sedujo nuestro estómago, la cerveza artesanal relajo nuestras lenguas y, ayudaron a que nuestros ojos se rindieran a las bellezas de esta tierra. Y como aquí el deporte era la única manera de compensar el “carnivalismo” gastronómico al que sucumbiamos, volvimos a trekinear. Y es que si gran parte de lo que uno es, tiene que ver con lo que come, la gente argentina ¡¡es muy tierna y accesible!! (no es para compensar lo de antes, en serio Analia, ja, ja...) y, Jorge y yo no nos cerramos a nada.
En el “Parque Nacional de Tierra de Fuego” terminaba nuestra etapa patagónica. El origen del nombre "de Fuego" viene de "humo", lo que avistaron los primeros occidentales que llegaron a esta tierra: las barcas flotantes y humeantes de sus pobladores.“El Huanaco” sin embargo era lo que amenazaba: una de nuestras subidas más duras. Su tramo final no era más que un bosque de pizarras. Era tan empinada que te obliga a caminar de puntillas para darte impulso. No sé si las fotos harán justicia a su dificultad, pero desde luego las vistas eran privilegiadas. Un gran premio.

viernes, 8 de febrero de 2008

Cada perro...

Todo el mundo sabe que cada perro se parece a su amo...Y es que hay animales que con su gesto se nos asemejan tanto a lo humano que, aunque nos saltemos la propia lógica natural, parecen querer hablarnos, decir con ese ladrido que “no les gusta la comida” o con ese ronroneo que “les apetecen mimitos” (del todo humano, la verdad...)...Y direis, y?...

Lo pudimos comprobar en una accidentada “experiencia natural” en la Isla Magdalena, a dos horitas en barco de una ciudad llamada Punta Arenas. Estas comparaciones son, a veces, tan extremas que te está dando la sensación de invadir una tierra que no te pertenece y que “ellos” te lo hacen saber de la manera más ruidosa posible... Para muestra un boton (el del play...juajua!)

¿Será que su organización social en forma monógama, es decir, el pingüino con la pingüina para tener pingüinitos/as y crear un bonito hogar en una calentita madriguera, lo que nos parece tan humano? (aunque eso siempre es “humanamente” discutible para algunas personas..vamos...yo no Vanesiti!)...¿o será que esos andares que parecen indifencia nos recuerdan a un tranquilo paseo de domingo por el Retiro?...¿o será que nos vestimos como ellos en los grandes momentos?...sea como fuera...otro botón...

Lo dicho...cada perro con su amo (pero...cuál es cuál?)

Así que, mojados hasta la ultima lente de cámara nos volvimos a nuestra pequeña casita estilo inglés en este pueblecito colonial llamado Punta Arenas, donde nos esperaba cama, edredón para dos y una tarde-noche de películas y leche con galletas (de estas que no falten, como no!), viendo pasar tiempo y lluvia a partes iguales tras el cristal...

Y por hoy hasta aquí podemos contar...Besos y abrazos para tos!!

lunes, 4 de febrero de 2008

La W

Preciosa letra que nosotros (los de la lengua de Cervantes) utlizamos para cosas tan finas como el water o el whisky, y que en estos lares da nombre a un recorrido espectacular por el Parque Nacional Torres del Paine. Con nuestra tranquilidad habitual, iniciamos la primera de las cuatro etapas, a las frescas, aunque no muy luminosas, 7h30 de la tarde...Y ahi empezaron los problemas, porque el entrenamiento en El Chaltén había sido más de lo que podíamos aguantar y yo y mi esguince de rodilla (LLExt para los que sepan lo que significa esto y les interese) dijeron “aquí estoy yo!” en la primera hora de marcha...asín terminamos la primera jornada, no sabiendo si nos habiamos venido hasta el quinto cul...para na de na...

Tras un masajín y algo de reposo matutino (Irmi mientras se iba a buscar aventuras al “Valle del Francés”), las fuerzas parecían volver y, aunque nos esperaban 3 horitas de marcha con dificultad media, el esfuerzo merecía la pena..Sin embargo, la prueba de fuego era el tercer dia, con 4 horas de subidas y bajadas, más una subida final de una hora y media que dejaba el Turmalet en un paseo. La rodilla tontorreaba pero la motivación de poder ver más allá de los valles, con lagos que se multiplicaban a cada metro que subíamos, eran motores suficientes para alimentar a las piernas cansadas...Y nuestro amigo el viento nos daba su cariño (en forma de empujón) y, a veces, su desprecio...

Por fin, tras una jornada andarile de 8 largas horas, el descanso reposaba en el “Campamento Chileno”. Ya sólo quedaba la ultima etapa...

En un viaje en el que tantas cosas van a pasar por tu retina, a veces puede ocurrir que algunas maravillas te resulten indiferentes. Para evitarlo quizás lo mejor sea modificarlas hasta que ya es imposible no sorprenderse. Así lo intentamos levántandonos a las 3 de la madrugada para la última subida a las famosas “Torres del Paine”. Claro, que lo hicimos también a nuestro estilo...armados con una linternilla (que está mu bien para cuando se te van los plomos de casa, pero pa esto..) y con otra, prestada y de deficiente calidad...Hasta que claro, 5 minutos después, dándonos cuenta de que andabamos más perdidos que Runo en una iglesia ;), decidimos volvernos, con más frio que tristeza. Por suerte, al mismo tiempo que nosotros, salían tres yanquis muy majos que nos recogieron con sus potentes linternas entre sus paternales brazos (el más joven 45, pero cómo subían las cuestas!). Conversación tras conversación (spanglish total) sobre sus vidas y las nuestras, algún resuello que otro, y unas espectaculares vistas a las estrellas en los claros que iba dejando el bosque, nos llevaron por el camino perfecto para “coronar” las benditas Torres...y el resto es inexplicable con palabras...una mezcla entre la magia del TajMajal “estilo natural”, sumado al orgullo de haber llegado tan arriba en plena noche, medio escalando, con sudor, frío, a lo Machu Pichu...En fin...Dejo que las fotos hablen por si mismas!

Miles de abrazos a todos...

PD: ya tenemos primer gran reencuentro en marcha!!!...New York nos espera!

domingo, 3 de febrero de 2008

Chile, entre jamones y montañas

Y llegamos a Chile...uno, a parte de Allende, Pinochet y que es un país alargado y muy estrechito, poco más sabe, pero ha sido por ahora uno de nuestros grandes “descubrimientos”. No solo por sus paisajes naturales, como pronto comprobareis, si no por sus gentes...cálidas, solícitas, conocedoras de su historia y críticas de ella (nos faltará a nosotros algo de eso?)...Por ejemplo, una escena tan cotidiana en Madrid como ir al banco puede suponer además de una exasperante espera, que te atiendan “haciéndote el favor” de guardar TU dinero (y especular con él) y encima poner mala cara. Así claro, te impacta cuando una sonriente gordita al otro lado del cristal te pide con un suspiro “por favor, ¿pueden decirme algo más...? es que me encanta ese tonito tan lindo!”,(os imaginais la misma escena en madrid con un sudamericano?...)y la cola era el doble de las nuestras!...Parecía garantizado que detrás del mostrador de cualquier comercio ibas a encontrar una sincera sonrisa que, como extranjero y extraño, agradeces y valoras como el mejor regalo... Aunque lo que más se destaque de Chile en las guías de viaje sea “la parte del medio”, la Patagonia chilena (el sur) tiene tantos alicientes que bien vale el paseo hasta este rincón, aunque para ello tengas que sacrificar y perder el jamón, lomo y demás sucedáneos (todos ibéricos, por dios!) en la frontera (ley manda) después de haber “contrabandeado” por todo el cono sur con ellos durante tres largas semanas (es lo que tiene esperar a las “ocasiones especiales” para comérselo...), aunque Irmi, prácticamente delante del policia de aduanas se apreto su medio paquete de suculencias extremeñas...sin pan ni ná...a palo seco! Antes de ponernos en marcha de nuevo a trekinear, parada en Puerto Natales, pueblo igual a otros tantos, pero limpio, tranquilo y con unas maravillosas vistas a uno de tantos canales, desde el que los atardeceres llamaban a la paz, tranquilidad y, por qué no, a la meditación... Nos acordamos de vosotros... Muchos besos

sábado, 2 de febrero de 2008

Cramponeando "on the rocks"

El Calafate es tremendamente turistico, pero esto no hizo que nos desanimaramos para visitar su imponente glaciar Perito Moreno. Elegimos la opción que nos permitieron nuestras agujetas: el minitrekking. Parece dificil poder aislarte de los cientos de personas que visitan este monumento natural. Para mi gusto resulta poco "romántico", pero no por esta razon es menos espectacular. Recuerdo una sensacion bastante parecida cuando vi la Gioconda, decenas de ojos y cabecitas ansiosas, escudrinhando un cuadro que yo habia imaginado muchisimo mas grande. Rodeada de tanta gente sin gritar consignas de manifestacion ni de "canastaaa" o "goool", no me permitio emocionarme hasta varias horas despues, tampoco en esta ocasion... Cuando llegas al Perito descubres unas pasarelas con vistas al glaciar. En ellas no solo ejercitas la vista, otro placer es el espectáculo sonoro que se produce cuando cae algun fragmento del hielo que conforma su estructura. Y es que en ese momento parece tener vida propia, un lenguaje compuesto de una gran gama de crepitantes (como el ruido que se produce al pisar la nieve). Trás esto montamos en un barco para poder alcanzar la masa helada del glaciar desde la que poder caminar durante una hora sobre unos crampones (calzado metálico con púas que se adapta al zapato) para descubrir sus azules y blancos, sus transparencias tuneladas en los diferentes estados del agua, superponiéndose...impresionante... Era fundamental terminar brindando con un whisky "on the rocks" del mismisimo glaciar y un alfajor. Varios placeres juntos siempre alegran la tarde, sobre todo cuando te preparas para una noche muy mitica al calor de la "Quilmes"(que ilustraremos con fotografias ya que no necesita mas palabras, ja, ja). Al dia siguiente teniamos que coger un autobus a las 8 de la manhana y nos tuvo que despertar el frances con el que compartiamos cuarto a esa misma hora!!...menos mal que la puntualidad argentina es como la espanhola (o al menos como la de Jorge y la mia, ji, ji) y zarpamos camino de Chile ... Os echamos muchisimo de menos... PD: en 15 dias llegan las primeras visitas a Nueva York!! Y parece que se estan fraguando las del Sudeste Asiatico , que ganitas!!

jueves, 31 de enero de 2008

Chalten-fate

Trás abandonar Buenos Aires empezó el viaje "en serio". La expedición "Patagones errantes" seguimos en nuestra línea organizativa: aterrizamos en El Calafate, uno de los grandes destinos turísticos argentinos gracias al glaciar Perito Moreno. Pero una vez en el taxi resonaron en mi memoria unas palabras de Juanlu sobre El Chaltén, leimos en la guía unos comentarios sobre sus trekkings e interrogamos convenientemente al conductor con antecedentes "gallegos de pura cepa"...La mezcla es buena y en este caso no iba a ser menos, a pesar de sus antepasados, se manifestó sin dubitaciones: "El autobus hacia El Chaltén está saliendo ahora mismo, viene por esta misma carretera en dirección contraria, ¡¡yo lo paro y vos lo agarrás!!"... Eficacia probada y trayecto gratuito, porque trás el primer impulso "solidario" ¿cómo iba a explicarle el autobusero a su jefe que había parado en medio de la nada para recoger a unos "gallegos" que no habían llegado a tiempo a la estación? ¡¡Un quilombo!! Cuando llegas a la Patagonia te parece estar en un semi-desierto donde no hay casi nada más que guanacos, ovejas y polvo... Mucha gente se lanzó a descubrirla: inmigrantes europeos buscando una nueva vida, foragidos estadounidenses huyendo de la ley, científicos como Darwin o escritores como Bruce Chatwin que se la recorrieron mitad en auto-stop y mitad a pie, uff (lo sé, no le conoce ni Perri Mason pero ¡¡yo me estoy leyendo un libro suyo, ja, ja!!). "En La Patagonia" desribe: "He caminado todo el día y el siguiente. Carretera recta, gris, polvorienta, sin tráfico. A veces oías un camión, estabas seguro de que era un camión, pero era el viento. A veces el viento sonaba como un camión vacío traqueteando sobre un puente. Incluso si un camión se hubiera acercado por detrás no lo habría oido. Y aunque hubieras tenido el viento a favor, éste habría silenciado el motor. Veías un remolino de polvo detrás de ti y, aunque ya sabías que no había esperanzas de que fuera un camión, pensabas que si lo era. O veías acercarse motas negras, y te detenías, te sentabas y aguardabas, pero las motas se alejaban por el costado de la carretera y te dabas cuenta de que eran ovejas". El Chaltén es un pueblo a medio hacer, rodeado de entornos chulísimos para hacer trekking y familiarizarse con los glaciares y lagos de alta montaña. Se distinguía a la legua la diferencia entre los "verdaderos" caminantes y escaladores de alta montaña con su material de North Face y sus tiendas de Marmot y, los mendas con nuestras camisetas de "El tintero" y las mallas de "Zara". En la Patagonia en verano la luz dura 15 horas. Eso también nos distinguía de los "otros". Habiendo tantas horas para aprovechar, todo el mundo puede imaginar que nos tomamos muy en serio el refrán de "no por mucho madrugar amanece más temprano": las dos de la tarde es una hora ideal para empezar una caminata. Todo esto no evitó que nos lanzaramos a expedicionar las rutas de la Laguna Torre (glaciar y laguna de la tercera foto de la entrada anterior) y, la Laguna de Los Tres y el Fitz Roy (última foto en la que podéis observar el color amenazante del cielo que nos ayudó a descubrir la gran variabilidad climatológica patagónica: nos cayó una de tres pares subiendo a la cima... puso a prueba mi chupa de costuras "termoaislantes": ¡¡yo también he traido tecnología!!). Resultado: ¡¡culos duros como piedras y agujetas infinitas!!