jueves, 31 de enero de 2008

Chalten-fate

Trás abandonar Buenos Aires empezó el viaje "en serio". La expedición "Patagones errantes" seguimos en nuestra línea organizativa: aterrizamos en El Calafate, uno de los grandes destinos turísticos argentinos gracias al glaciar Perito Moreno. Pero una vez en el taxi resonaron en mi memoria unas palabras de Juanlu sobre El Chaltén, leimos en la guía unos comentarios sobre sus trekkings e interrogamos convenientemente al conductor con antecedentes "gallegos de pura cepa"...La mezcla es buena y en este caso no iba a ser menos, a pesar de sus antepasados, se manifestó sin dubitaciones: "El autobus hacia El Chaltén está saliendo ahora mismo, viene por esta misma carretera en dirección contraria, ¡¡yo lo paro y vos lo agarrás!!"... Eficacia probada y trayecto gratuito, porque trás el primer impulso "solidario" ¿cómo iba a explicarle el autobusero a su jefe que había parado en medio de la nada para recoger a unos "gallegos" que no habían llegado a tiempo a la estación? ¡¡Un quilombo!! Cuando llegas a la Patagonia te parece estar en un semi-desierto donde no hay casi nada más que guanacos, ovejas y polvo... Mucha gente se lanzó a descubrirla: inmigrantes europeos buscando una nueva vida, foragidos estadounidenses huyendo de la ley, científicos como Darwin o escritores como Bruce Chatwin que se la recorrieron mitad en auto-stop y mitad a pie, uff (lo sé, no le conoce ni Perri Mason pero ¡¡yo me estoy leyendo un libro suyo, ja, ja!!). "En La Patagonia" desribe: "He caminado todo el día y el siguiente. Carretera recta, gris, polvorienta, sin tráfico. A veces oías un camión, estabas seguro de que era un camión, pero era el viento. A veces el viento sonaba como un camión vacío traqueteando sobre un puente. Incluso si un camión se hubiera acercado por detrás no lo habría oido. Y aunque hubieras tenido el viento a favor, éste habría silenciado el motor. Veías un remolino de polvo detrás de ti y, aunque ya sabías que no había esperanzas de que fuera un camión, pensabas que si lo era. O veías acercarse motas negras, y te detenías, te sentabas y aguardabas, pero las motas se alejaban por el costado de la carretera y te dabas cuenta de que eran ovejas". El Chaltén es un pueblo a medio hacer, rodeado de entornos chulísimos para hacer trekking y familiarizarse con los glaciares y lagos de alta montaña. Se distinguía a la legua la diferencia entre los "verdaderos" caminantes y escaladores de alta montaña con su material de North Face y sus tiendas de Marmot y, los mendas con nuestras camisetas de "El tintero" y las mallas de "Zara". En la Patagonia en verano la luz dura 15 horas. Eso también nos distinguía de los "otros". Habiendo tantas horas para aprovechar, todo el mundo puede imaginar que nos tomamos muy en serio el refrán de "no por mucho madrugar amanece más temprano": las dos de la tarde es una hora ideal para empezar una caminata. Todo esto no evitó que nos lanzaramos a expedicionar las rutas de la Laguna Torre (glaciar y laguna de la tercera foto de la entrada anterior) y, la Laguna de Los Tres y el Fitz Roy (última foto en la que podéis observar el color amenazante del cielo que nos ayudó a descubrir la gran variabilidad climatológica patagónica: nos cayó una de tres pares subiendo a la cima... puso a prueba mi chupa de costuras "termoaislantes": ¡¡yo también he traido tecnología!!). Resultado: ¡¡culos duros como piedras y agujetas infinitas!!

miércoles, 30 de enero de 2008

Este es un anticipo...

martes, 29 de enero de 2008

Patagones errantes

Desde la Patagonia argentina (porque aunque los argentinos sólo quieran hablar de la suya, la chilena también existe y es alucinante) y con el culo pelado de subir los montañas (bueno, y Jorge también la rodilla, que se hizo un poco de daño y subiéndo las cuestas parecía "el cojo de Lepanto"), al fin nos lanzamos a inaugurar este Blog-Oyarako que nos habéis regalado para narrar nuestras andanzas.... Ninguno sabemos muy bien donde se gestó el inicio de este sueño, incluso un tal Señor Guzmán pretende reclamar su autoría...pero como apoderarse de la patente de la idea de "dar la vuelta al mundo", tantas personas antes se han decidido a lanzarse barco a través para llegar hasta la India atravesando el Atlántico, o apostaron que darían una vuelta completa al globo y estarían de vuelta en no más de 80 días...Como todos sabéis muy bien lo nuestro no es la puntualidad, pero sí los compromisos: este ahora se está cumpliendo y, Vane y Diego, ¡¡¡prometemos volver en 5 meses!!!. Nuestras primeras sensaciones fueron ¡¡¡mucho vértigo, ilusión y lágrimas!!! (aunque sólo me vieráis a mi, ambos soltamos los moquetes). No podíamos empezar de otra manera que con un overbooking..."saldremos, no saldremos, saldremos, no saldremos", nos repetíamos desde la puerta de embarque con toda la aficción que habíais venido a despedirnos esperando fuera...y ¡¡¡al final VOLAMOS!!!. Lo bueno de los viajes transatlánticos es que te permiten llegar lo suficientemente atontado como para no darte cuenta de que estás a miles de kilómetros de tu casa y, de que a nuestro más puro estilo ¡¡no teníamos "casi" nada previsto!!...Por suerte para nosotros llegamos a una ciudad conocida: Buenos Aires, su dulce de leche y sus asados siempre ayudan a empezar a cargar una mochila llena de sueños e incertidumbres... y de botes de "Relec Forte" (el antimosquitos más terrorífico contra los mosquitos y para desteñir la ropa) de Jorge que goteaban no sabíamos muy bien por donde (imaginaros el show de Jorge revisándolos todos uno por uno, cambiándolos de neceser una y otra vez, envolviéndolos en papel higiénico con mucho cuidado para ver si manchaba alguno...). No me enrollo más que luego el Dr Serralta se queja de que escribimos entradas un poco largas... Prometemos seguir escribiendo con más periodicidad y publicar montones de fotos (voy con Jorge y su super equipo electrónico-fotográfico, no os olvidéis de que incluso mi amiga y compañera de piso Virginia llegó a proponerle la idea de llevarse la impresora e irse imprimiendo la ropa, jiji...por ahora "me hace caso" y salgo en algunas fotos, ya veremos, jeje...). Que se os quiere y se os echa de menos ¡¡tontorrones, si estamos todo el rato recordando nuestras batallas juntos!!.

lunes, 28 de enero de 2008

El comienzo

Posiblemente todo comenzó al abrigo de un café (ella) y de un cigarro (él). No estaban solos cuando hace más de 10 años el destino (o las prácticas de la facultad) les juntó. "Estudiaban" medicina, pero sobre todo vivían mucho. Sus cabezas eran un hervidero de ilusiones, inquietudes, ganas y sueños, como las de sus compañeros. Amigos, política, medicina, viajes, música, teatro, más amigos, interrail, Oyarak, Amauta, Marruecos, Cuba, India, Chile, Bolivia, Nicaragua, México, Argentina, Perú, Marsella, Montpellier,desde Kathmandu hasta el oriente de Cuba que sigan oyendo los Wail, un agustelas Barea,la tarde con coliquio en la Porlier, cenas en Vallecas y Legazpi, Vaneso y Dieguete, una previa de lujo en Camerun...... Muchas son las cosas que han ocurrido estos años, pero el sueño de recorrer el mundo entero con la mochila en la espalda se hizo cada vez más fuerte hasta que...................el sueño se convirtió en mochila. Con overbooking hasta última hora, costo salir pero cuando uno zarpa por que tiene que zarpar, no hay miedos sino ilusiones por llegar. Quien le diría que una página en su destino se está escribiendo.... Una de las historias más bonitas que le puede brindar a uno la vida, dar la vuelta al mundo en 5 inolvidables meses que habian reservado en sus vidas no tras muchos esfuerzos y trabajo por conseguirlo . Irmina, esperamos ansiosos la descripción de todos los alimentos morados del mundo. Jorge, "estos ............... son todos unos hijos de puta", pero eso ya lo sabemos. Nada queda por decir, salvo esta poesía de Kavafis, "Ítaca": Cuando emprendas el viaje hacia Itaca ruega que sea largo el camino, lleno de aventuras, lleno de experiencias. A los Lestrigones, a los Cíclopes o al fiero Poseidón, nunca temas. No encontrarás trabas en el camino si se mantiene elevado tu pensamiento y es exquisita la emoción que toca el espíritu y el cuerpo. Ni a los Lestrigones, ni a los Cíclopes, ni al feroz Poseidón has de encontrar, si no los llevas dentro del corazón, si no los pone ante ti tu corazón. Ruega que sea largo el camino. Que muchas sean las mañanas de verano en que - ¡con qué placer! ¡con qué alegría! - entres en puertos nunca antes vistos. Detente en los mercados fenicios para comprar finas mercancías madreperla y coral, ámbar y ébano, y voluptuosos perfumes de todo tipo, tantos perfumes voluptuosos como puedas. Ve a muchas ciudades egipcias para que aprendas y aprendas de los sabios. Siempre en la mente has de tener a Itaca. Llegar allá es tu destino. Pero no apresures el viaje. Es mejor que dure muchos años y que ya viejo llegues a la isla, rico de todo lo que hayas guardado en el camino sin esperar que Itaca te de riquezas. Itaca te ha dado el bello viaje. Sin ella no habrías aprendido el camino. No tiene otra cosa que darte ya. Y si la encuentras pobre, Itaca no te ha engañado sabio como te has vuelto con tantas experiencias, habrás comprendido lo que significan las Itacas. Vuestros amigos